Samhain, otoño oscuro hacia invierno…

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El Otoño va avanzando y el tiempo más oscuro de la Rueda del año se abre paso, días cada vez más cortos, noches que se alargan más y más.

Nos adaptamos a la oscuridad afuera y a sus misterios profundos.

Nos preparamos para prender la luz y el calor interior.

El punto medio entre el Equinoccio de Otoño y el Solsticio de Invierno. Samhain.

La Noche del 31 de octubre al 1 de Noviembre es la festividad de origen celta más importante, la noche más sagrada del año. Celebración del final de la temporada de cosechas, comienzo de la estación más oscura, fiesta de transición (Nuevo Año Celta) y de apertura al otro mundo (noche en la que se dice que el velo entre el mundo de los espíritus de los muertos y los vivos es más delgado).

© Lucid Source

Hacia el siglo VIII, la Iglesia Católica demonizó las prácticas de las religiones paganas, adoptando sus festivales y “cristianizándolas”. Así convirtió el día 1 de noviembre en el día de Todos los Santos, para rendir homenaje a todos los santos y difuntos que no tuvieran un día particular de celebración. La noche anterior se conoció como “All Hallows´ Eve” (Víspera del Día de Todos los Santos), que con el tiempo, derivó en el actual Halloween.

En Galicia se ha mantenido el nombre de Samaín y se celebra también como “A Noite Meiga”, Noche embrujada, Noche de Brujas, que ha mantenido viva muchas de las raíces de la celebración celta, por ejemplo dejando velas y comida en los caminos para iluminar a las ánimas que salían esa noche en la Santa Compaña (llamada también Güestia en Asturias). En la tradición mesoamericana, con una cosmovisión muy diferente de la muerte a la de nuestra cultura, el Día de Muertos, tiene connotaciones más “festivas” y vinculadas con la vida, y el día 2 se dedica, además, un reconocimiento especial a los bebés no nacidos.

De las tradiciones ancestrales, se han mantenido muchas prácticas que hoy vemos tanto en la víspera como en el día de difuntos, (calabazas talladas e iluminadas con velas para asustar a los malos espíritus, niños y niñas que se disfrazaban de demonios o espectros para no ser reconocidos como humanos y así no ser ser llevados por ellos al otro mundo, collares de protección hechos con castañas para ahuyentarlos, buñuelos, huesos de santo, dejar y compartir comida y bebida fuera de casa -relacionado con lo que hacen los niños y niñas pidiendo caramelos por las casas-, visita a los seres queridos fallecidos, limpieza de tumbas, adornos y flores en los cementerios…).

De modo que vemos como en el Estado Español ya se celebraba Halloween muchos años antes que en Estados Unidos, aunque entonces se contemplaba la naturaleza de recogimiento, sagrada, purificadora de la noche que se ha ido perdiendo en muchos sectores actualmente, dejándonos llevar por la influencia de EEUU y el consumismo feroz.

Niñas y niños celebrando Samain en Siero, 1917 Imagen: Xochipilli

Además, como plantean Sophia Style y Glennie Kindred, al haber crecido en culturas patriarcales, la mayoría de nosotras y nosotros hemos aprendido a temer la oscuridad, la muerte y todo lo relacionado con el “submundo”. Hel era la reina nórdica y mágica del submundo, y se convirtió en hell – infierno en inglés-. Originalmente  se refería a un santuario uterino o cueva sagrada de renacimiento. En las culturas matrísticas, el submundo era el lugar de los misterios profundos, donde tenía lugar la transformación y la regeneración, donde una moría para renacer. El fuego de la purificación era el útero de la Madre Tierra. Con el patriarcado apareció el temor a lo que no se podía identificar y nombrar, entonces se convirtió en el ardiente abismo del diablo: hell – infierno-.

Fruto de esta mezcla de tradiciones y sincretismo espiritual, en esta semana vivimos una etapa propicia para honrar y reverenciar a nuestras ancestras y ancestros, agradecer la vida y las cosechas, soltar, dejar ir, conectar con nuestra Chamana interior y su intención, con las Diosas que conocen y protegen el espacio entre mundos, dejar morir y liberarnos de todo aquello que nos dificultará pasar todo lo que simboliza el frío invierno. Lo sombrío y oscuro toma un lugar protagonista fuera (en la naturaleza) y dentro de nosotras y nosotros, momento perfecto para mirar y acoger nuestra sombra (lo terrible de nosotras), lo oscuro, la muerte, entregarnos al poder del misterio de lo femenino ​y prepararnos para encender y alimentar nuestra luz y calor interior que nos servirá de guía en este tránsito.

Aquí info para Inscribirte en la sesión de este año 2022

Será presencial en Rivas y Online, donde estés

 

 

[Este cartel hace SESIÓN CELEBRADA EN 2016] 

 

Fuentes y donde leer más:

Mujer Cíclica: Abrazar la Oscuridad y la Muerte 

El doble Cero: Samain, Calaveras de Melón

Xochipilli: Celebrando la fiesta de los muertos

20 minutos. En España se celebraba Halloween años antes de ponerse de moda en EEUU

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