Hace un par de años ofrecí un taller sobre el efecto del uso de pantallas en nuestras vidas, nuestra capacidad de presencia, atención, memoria aprendizaje…
Los efectos de la inmediatez, velocidad, adicción a la dopamina, anestesia del malestar psicosocial…
Sobre las consecuencias en la manera de relacionarnos, con nosotras mismas, con las demás personas, con el mundo.
Hablo de personas adultas.
Ahora un grupo de hombres valientes me ha pedido que dinamice un espacio para reflexionar acerca de su propia relación con las pantallas. La suya y la de sus hijos varones.
Sobre los usos del móvil, videojuegos y redes.
Temas interesantísimos en la reflexión y el sentipensar colectivo:
– Sobre los usos y abusos y para qué sirve usarlos así. Al servicio de quien. Al servicio de qué.
– Sobre presencia y ausencia. Conexión – desconexión. Con uno mismo y con los otros. Interacción social. Aislamiento.
– Sobre salud mental, emocional, relacional, vincular.
– Sobre comunicación e intimidad emocional. Sobre la pérdida de la empatía.
– Sobre sexu^lidad, pantallas y realidad.
– Sobre p0rn0violento.
– Masculinidad(es), expectativas y presión de género
– Comparación social, autoestima, autoconcepto, pertenencia.
– Impulsividad, agresividad y conductas de riesgo.
– Sobre los ciclos neurofisiológicos y emocionales:
excitación-euforia-apatia-mal humor-irritabilidad-
– Sobre ocio, vitalidad, capacidad de disfrute.
– Andropausia y ciclos vitales.
- Sobre ser hombre, ser niño, ser chaval en esta cultura patriarcapitalista.
- Normalización de violencias (hacia uno mismo, hacia otros hombres, hacia las mujeres, hacia «lo diferente»)
– sobre el funcionamiento del cerebro, deseo, impulsividad, recompensas y adicciones sin sustancia.
– sobre uso saludable y bienestar y salud digital
Se nos plantean grandes retos a nivel de salud mental, social, a nivel de ética.
Si hablamos de mujeres y chicas, tenemos que hablar de comparación psicosocial, de violencia estética, salud y alimentación, de complacencia para la pertenencia, de abuso y violencia sexual normalizada enmascarada en amor romántico.
Muchas de nosotras y nosotros, personas adultas hemos crecido en un mundo sin pantallas. Tenemos un lugar interno de referencia al que volver.
Las nuevas generaciones no. Aquí se abren otras cuestiones sobre el futuro y los efectos en su neurodesarrollo.
Siempre es un gusto participar de espacios en los que sentipensar juntxs y seguir creando, resignificando cultura.
Seguimos
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