Volver a casa para cuidar la Vida. Ética del Cuidado y Cuidadanía

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Qué días convulsos y llenos de incertidumbre.

Esta crisis socio-sanitaria-económica parece estar llamándonos a un regreso (literalmente forzado) a casa, brindándonos la oportunidad, como sistema, para parar, mirar a nivel global lo que no estamos cuidando, la crisis social de las estructuras públicas y el desmantelamiento de sus servicios, la profunda desigualdad, abuso y ninguneo que supone la organización de la esfera privada-pública, productiva-reproductiva que ya existía y la enorme dificultad que implica conciliar los cuidados mínimos para el sostén de la vida digna con el ritmo cotidiano que se nos exige en el mundo de afuera, desde su lógica productiva.

Lo que no han logrado las diferentes Huelgas del 8M, poner los cuidados y el sostén de la vida en el centro de la agenda política, puede lograrlo el coronavirus.

Esta forzada vuelta a casa, el parón en la inercia del hacer, el correr, el ir de una actividad a otra… nos pone cara a cara con nuestra dificultad de SER en lugar de HACER, y nos pone delante que la mayoría de nosotras nos sentimos valiosas por lo que hacemos, por lo que conseguimos, por lo que mostramos (y no por lo que somos, sin necesidad de demostrar nada más). Sin la posibilidad de HACER hacer hacer, nos sentimos perdidas, de hecho tendremos mucha dificultad para detenernos. De ahí esta compulsión también en las redes, necesitamos mantenernos activas. Haciendo. Por eso, sería esperable que esta estrategia de mantenernos haciendo, sea también una manera que nos ayude a seguir adelante sin tener que detenernos a darnos cuenta de cómo nos venimos sintiendo. Va a ser todo un desafío dejar de negar y aceptar lo que está sucediendo y el impacto en nuestras vidas.

Y a la vez, qué oportunidad para ralentizar, tomar conciencia del afuera y el adentro, para el anclarnos en el sentir y permanecer en el aquí y el ahora.

Sin duda toda esta situación va a ser muy movilizadora a nivel psico-social, a nivel de mundo externo, mundo familiar y mundo interno. A nivel de confrontación y con suerte, integración de principios masculino y femenino, tanto a nivel individual como a nivel social y político-económico. A nivel de, como dice Claudio Naranjo, los principios Materno y Paterno en la mente Patriarcal.

Con la decisión de quedarnos en nuestras casas, además de contribuir a la prevención y protección de la salud pública, estamos respetando la llamada de los ciclos de la vida y la ética feminista del cuidado y autocuidado, poniendo el sostén de la vida en el centro.

Ojalá podamos aprovechar esta crisis socio-sanitaria-económica para cuidamos a nivel coherente y profundo, además, de para, por supuesto, corresponsabilizarnos con la prevención y la protección de la salud pública y de la población más vulnerable.

Espero de corazón que la SaluZ nos acompañe.

Espero de corazón que la precariedad, la vulnerabilidad e incertidumbre económica se mantenga dentro de unos márgenes asumibles.

Ojalá esta situación nos ayude, a nivel macro, a resignificar el BUENVIVIR y promover la reorganización socioeconómica de los cuidados y a avanzar en nuestros Derechos de CUIDADANÍA* (más allá de nuestra ciudadanía).

 

* Gracias Amaia Pérez Orozco y a todas las economístas feministas.

* Gracias a Yayo Herrero, Alicia Puleo y a todas las Ecofeministas.

* La imagen de la portada es de Ingrid Tusell Domingo: Mujer y la Tierra.

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